GENERALIDADES



Teniendo en cuenta que el software es una de las herramientas de mayor utilidad en la optimización de procesos en las organizaciones, con el propósito de contar y ofrecer optimización, eficiencia y satisfacción de necesidades, es evidentemente necesario contar con criterios que garanticen su calidad. De acuerdo con esta necesidad, diferentes entidades o investigadores han propuesto estrategias modelos, metodologías, guías, incluso normas y estándares de calidad que brindan apoyo al desarrollo y/o uso de un producto software y permiten evaluar si efectivamente tiene un nivel de calidad durante su ciclo de vida, y de esta manera fomentar un ambiente de calidad, con base en la adecuada administración de la información. Cada uno de los modelos vistos tienen sus características, ventajas, desventajas y criterios de evaluación, cada uno de estos modelos tiene un tiempo de aparición, objetivos propios que los caracteriza.

Los modelos del software se pueden tener diversos factores de calidad que posteriormente son evaluados buscando que cumplan con los criterios pertinentes y necesarios para brindar un buen producto que satisfaga las necesidades de los usuarios, estos estándares o modelos de calidad se pueden ubicar en una línea de tiempo, donde se observa el año en que hizo su aparición y sus nombres.

  Entendiendo que en la calidad de software el modelo debe ir enfocado a hacer seguimiento y evaluación a cada etapa de construcción del producto software.

    Según (Scalone, 2006) concibe los modelos de calidad como aquellos documentos que integran la mayor parte de las mejores prácticas, proponen temas de administración en los que cada organización debe hacer énfasis, integran diferentes prácticas dirigidas a los procesos clave y permiten medir los avances en calidad. (Callejas Cuervo Mauro, 2017).
    Se determina que cada modelo contiene sus propias características y criterios de evaluación las cuales al ser aplicada a los productos de software certifican la calidad de los programas es por eso que los modelos GILB, McCall, Boehm, GQM, FURPS, ISO 9126Y 25000 tiene como objetivo primordial evaluar y certificar si un producto de software cumple con los estándares internacionales para garantizar el alto nivel de dichos programas, y los cuales a lo largo de los años se van creando nuevas exigencias que garanticen la producción e implementación de nuevos programas acordes con las normas recientes.

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